El turismo en el nuevo gobierno

Víctor Hugo Zapata Madrigal

Por
Víctor Hugo Zapata Madrigal
Comunicador, Mg. en Administración, apasionado por el turismo

Twitter: @victorhzapata

El turismo fue el sector que le salvó la economía al presidente Santos. No fue la industria, ni las exportaciones, ni el agro, ni la construcción, ni la Inversión Extranjera Directa, ni mucho menos el petróleo. Fue el turismo.

Algunas de las cifras son claras y contundentes: 150% de incremento en la llegada de viajeros entre 2010 y 2017, al pasar de 2,6 millones a 6,5 millones; 218 desarrollos hoteleros que sumaron cerca de 25.000 habitaciones; crecimiento en las divisas generadas por el turismo entre 2010 y 2017, del 68,2%, al pasar de 3.440 a 5.787 millones de dólares, con lo cual el turismo saltó del cuarto a ser el segundo sector generador de divisas para la economía nacional.

Infortunadamente no ocurrió lo mismo con otros importantes rubros de la estructura del ingreso nacional. No obstante, la cadena turística y todos sus eslabones asociados, pueden respirar tranquilos porque el Gobierno Santos les cumplió.

Pero esa historia ya llegó a su fin. El 7 de agosto el presidente Duque comienza a escribir una nueva hoja de ruta y dentro de ella, es turismo es de manera evidente, una de sus prioridades.

Antecedido por una clara afinidad hacia todo aquello que gira alrededor de la economía naranja, las industrias creativas, los emprendimientos y la diversificación de la economía, el nuevo presidente de los colombianos ha puesto al turismo dentro de los que serán los faros de su gobierno.

Desde el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, liderado por el anunciado José Manuel Restrepo y con la articulación que se debe dar desde el viceministerio de Turismo y Procolombia, se tienen trazados importantes y ambiciosos objetivos.

Se pretende llegar en 2022 a 10 millones de viajeros, lo que significaría un incremento del 54% para el cuatrienio. Es retador. Se trabajará para alcanzar la interesante cifra de $7.000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa. Es ambicioso pero alcanzable. Se buscará diversificar la oferta turística a partir de un modelo muy interesante, ya probado en otros países: especializar ciudades y regiones por su vocación turística y a la vez, fortalecer el turismo en zonas con potencial aun por explotar. El llamado “Arcoíris turístico”, quiere generar oferta para todos. Sin embargo, sobresalen las tipologías turísticas que más desarrollo y sostenibilidad generan: el cultural, el de negocios y el de reuniones, principalmente.

Pero el presidente Duque no se olvida de los llamados temas “hard” que son los que más potencian el desarrollo turístico: se tiene contemplado invertir fuerte tanto en conectividad aérea (incremento de rutas directas nacionales e internacionales) como en infraestructura aeroportuaria; se buscará desarrollar nuevos mercados así como aumentar la inversión en todos los subsectores asociados, articulando a las entidades territoriales con injerencia en ello, sean del orden nacional, departamental o municipal, lo mismo que a la empresa privada nacional e internacional; se invertirá en conectividad marítima y fluvial, en lo cual estamos bastante atrasados; y se priorizará la modernización y el fortalecimiento institucional del sector (Viceministerio, FONTUR, Procolombia y RNT, entre otros). Esto, solo por mencionar algunas de las iniciativas ya conocidas.

Un panorama bastante alentador para quienes vibramos con el turismo y creemos en él como una de las mejores estrategias que tienen los gobiernos, para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos.

Pero quedan retos por afrontar: ¿no será que justamente por esas cifras tan positivas y con proyectos tan interesantes, ya es la hora de que Colombia tenga no un Viceministerio de Turismo sino un Ministerio de Turismo?

La situación se replica a escala, para Antioquia: no estamos para tener una Dirección de Turismo sino una Secretaría de Turismo. Y lo mismo ocurre con Medellín: este es el momento para que en la ciudad contemos con una Secretaría de Turismo y no una Subsecretaría de Turismo.

Nuevos vientos comenzarán a correr en el país a partir del 7 de agosto con la posesión del presidente Duque. Grandes retos le esperan pero sin duda, recibe del presidente Santos un sector con buena salud. La gran tarea del nuevo mandatario será llevar a la llamada “industria sin chimeneas” a niveles mucho más ambiciosos y de impacto ya no internacional sino global.

Por lo pronto, Medellín y Antioquia deberán intentar enfocar sus esfuerzos turísticos hacia la articulación de lo local y regional, con las políticas nacionales del nuevo Gobierno Central, retomando las que han sido nuestras históricas vocaciones.

Califica este post
Compartir en:
Previous post Ya somos sostenibles… ¿y ahora qué?
Next post Este viernes comienza Bienmesabe, La primera feria gastronómica pop up del país